Mucha energía solar, mucha hidráulica (desde octubre han entrado en la península 17 borrascas y muchos embalses rebosan), mucho viento (por las mismas borrascas) y temperaturas suaves, propias de la primavera, esa que ni achicharra ni congela, por lo que ni las calefacciones ni los aires acondicionados han tenido demanda. ¿Resultado? Mucha oferta y... menos demanda que cuando arrecia el frío o asfixia la calor. ¿Y en el mercado? Más de 300 horas a precio cero o negativo en los meses de abril y mayo, y más de 500, en lo que llevamos de año. Tanto precio cero y negativo nunca antes sucedió.
¿Beneficiarios?
Los consumidores que tienen contratada la tarifa regulada (Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor, PVPC), porque esa tarifa está en gran medida indexada a ese mercado (el mercado mayorista diario de la electricidad, coloquialmente conocido como pool). Porque, grosso modo, y en síntesis, cuando sube el precio en el pool, sube la factura PVPC; pero cuando baja el precio en el mercado diario mayorista, baja el PVPC (y eso es lo que ha sucedido esta primavera).
Los precios cero y/o negativos han sido calificados de "buenísima noticia en términos generales" por Greenpeace. Los ecologistas consideran que el precio negativo "manda señales de interés para acelerar la electrificación" de ciertos sectores todavía muy dependientes del gas o el petróleo, "como la industria y el transporte" (precios bajos de la electricidad animarán según Greenpeace a la ciudadanía a pasarse al vehículo eléctrico, en tanto en cuanto la electricidad sea mucho más barata que el gasóil, y la animarán presuntamente también a cambiar la calefacción de gas natural por la eléctrica).
"Gana el consumidor y gana el sistema", explican desde Greenpeace, que destaca el ahorro de emisiones de CO2 que supone el abandono de los combustibles fósiles (más hidráulica, eólica y fotovoltaica en el sistema es menos gas) y destaca también el ahorro económico que supone para familias y empresas -insisten desde esta oeengé- el dejar de consumir "gas caro y contaminante para usar electricidad barata y más limpia".
¿Futuro inmediato?
La tormenta perfecta (temperaturas primaverales, abundancia de agua y viento) va a dejar de ser este verano. Y los precios que se avecinan no serán tan benévolos con el bolsillo.
El "problema" son las horas solares, cuyo precio tanto Bogas como Revuelta (y los demás participantes en la jornada) vaticinan seguirá siendo muy bajo.