Nuevo paradigma. Esta lluviosa primavera ha traído un fenómeno hasta ahora inédito en España y habitual en otros países europeos: precios negativos en el mercado mayorista de electricidad en las horas centrales del día. Esta situación, que tiene al sector en alerta, se dio por primera vez en España el pasado 1 de abril. Desde entonces, el denominado pool acumula 130 horas de cotizaciones del megavatio hora (MWh) por debajo de cero: como cinco días completos en los que los productores deben pagar para evacuar su electricidad en las horas de más consumo.
Para que los precios no sean negativos o “salgan de cero” hay que aumentar el consumo: estamos “muy adelantados en la oferta de energía”, gracias al empuje renovable, “pero muy atrasados en demanda”.
Una gran pata son los grandes centros de datos alimentados por grandes parques fotovoltaicos o eólicos. Las eléctricas llevan meses presionando para agilizar su conexión, eliminando los actuales topes a la inversión en distribución, vinculados al PIB. Ruiz-Tagle indicó que Francia “está invirtiendo el triple que nosotros en la red” y deslizó el riesgo de que “su energía nuclear barata” arrebate industria a España. “No tiene sentido que la industria esté mendigando conexión a la red”.
El mensaje es recurrente. En Irlanda, estos centros, altos consumidores de energía, llegaron a suponer el 20% de la demanda, cuando en España son un 0,3%. Según dijo hace unas semanas el consejero delegado de Endesa, José Bogas, “cada vez hay más casos” de empresas que descartan instalarlos en España, paraíso europeo de las renovables, por falta de red. Las grandes eléctricas defienden que son inversiones con periodos de ejecución muy breves que generan alto valor añadido y productividad.
Es previsible que la CNMC tenga en cuenta sus demandas en la nueva metodología de cálculo de la retribución de la distribución para el periodo 2026-2031 que acaba de sacar a consulta. El regulador reconoce que hay que aumentar la capacidad de acceso a la red a “corto y medio plazo” para las instalaciones de generación, almacenamiento y demanda y cumplir los objetivos de descarbonización. Apunta que “a esta situación, cabe sumar la necesidad de incrementar el ritmo de electrificación de la demanda ante la evolución negativa que ha registrado en estos últimos años”, en un país que está a la cola en Europa en el despliegue del coche eléctrico.
El director general de Forestalia, Carlos Reyero, confiaba en que la tendencia de los precios sea “estabilizarse en lo razonable” gracias a la mejora de las redes y al impulso del almacenamiento. “No tiene sentido económico a largo plazo” que un bien “que es imprescindible y por su propia naturaleza es limitado”, como la electricidad, tenga precio cero o negativo. “El sistema encontrará rápidamente un punto de equilibrio y hablaremos de esto como de una anécdota”.
En una línea parecida se pronunciaba el presidente de Ence, Ignacio Colmenares, que vinculaba estos precios negativos a un “momento coyuntural en el que ha llovido mucho y hay mucho viento”. Con un precio medio de 34 euros/MWh en el 'pool' en el conjunto del año y la previsión de 55-60 euros para 2025 y 2026, según los futuros de Omie, “se puede invertir y la industria es competitiva”. “Salimos todos ganando, generadores y consumidores. No se puede uno poner nervioso porque en un momento dado haya cinco días con precios bajos. No pasa nada”, señaló Colmenares.señaló Colmenares.